Wicks va al rescate de las costumbres y lazos que reúnen a hombres y mujeres alrededor de una mesa. Porque compartir y deleitar son parte de la esencia del bar, de sus raíces y del valor que dio inicio a todo: su cerveza. Allí no hay magia, sino épica. Disciplina y trabajo fundidos en un proceso de elaboración sin fisuras, desde la selección y mezcla de los ingredientes hasta la fermentación y reposo en barricas de la bebida. Cerveza artesanal llevada al límite justo de sabor, fuerza e intensidad. Para tomársela en serio.